Ya pasó el 2 de abril, en que se "celebra" el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Pongo las comillas porque hasta en eso surgen voces distintas (así somos el género humano), que reniegan del término. Yo creo que porque ven en "celebrar" el significado de festejar, en lugar del de realizar, cuando ambos están recogidos en el diccionario de la RAE.
La cuestión es que detenerse en esos matices empaña un poco la oportunidad de aprovechar la jornada para difundir y concienciar. Esta claro (al menos, yo lo tengo claro) que eso es algo que hacemos a diario: defender y reivindicar los derechos de las personas con autismo, pero como ya escribí el año pasado, no está de más que haya un día que nos ayude a tener mayor eco en esta labor.
A partir de ahí, cada uno hace lo que quiere o puede, el 2 de abril, el 7 de mayo o el 24 de octubre.
Nosotros, en la misma línea del año pasado, dedicamos la jornada a dar más que a pedir (pedir, ya pedimos y reclamamos todo el año): dar visibilidad, dar información, y dar también apoyo directo a las familias que se han acercado a la mesa de Aspau con diagnósticos recientes, dudas y ganas de sentirse escuchados y arropados. Habrá tal vez maneras mejores de actuar, pero ésta ha sido la nuestra, en la que creemos.
Y seguro que ayer hubo gente que oyó hablar de autismo por primera vez, gracias a todas las personas que dedicaron su tiempo y esfuerzo en sumarse a esta "celebración", no sólo en nuestra ciudad, sino en la de cada persona que se sumó a este Día Mundial.
Misión cumplida.
Y hoy, 3 de abril, a seguir trabajando por nuestros hijos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Impecable, sucribidísima!!!
ESTUPENDA ENTRADA, ROCIO, ME ENCANTA¡¡¡¡
Besazo ;)
Publicar un comentario