"Mamá, ha quedado chulísimo" ;-)







El domingo Carolina fue al cine por primera vez. Y yo con ella, claro.
Como suele pasar ante las "primeras veces" y los eventos públicos, nunca las tienes todas contigo, pero la idea del ir al cine con ella ya me rondaba hace tiempo, y la campaña publicitaria de "Frozen" de Disney hizo el resto.
Así que previa anticipación de "lo que se puede y no se puede hacer cuando vas al cine", allá que fuímos, con parte de la familia, a disfrutar de su primera peli en pantalla grande. Ella iba muy contenta y expectante por todo el evento: descubrir qué era eso de "ir al cine", ver la peli, ir con los primos y la abuela, y comer palomitas (esta idea no sé de dónde la sacó, en casa  creo que no hemos hecho nunca palomitas)
Éxito total. Mantuvo la atención y el silencio, disfrutó con las canciones, se maravilló con las dos princesas, se rió con Olaf el muñeco de nieve... y sólo salimos dos veces al baño. Prueba superada.
Ya quiere volver a ver otra vez la peli en el cine :-)

No me extraña, porque la película merece la pena. A mi también me gustó mucho. Más allá de la estética, la música o los gags, hay varias conclusiones que tener muy en cuenta.
(Cuidado, que puede haber spoilers).

La moraleja clara es que eso del amor a primera vista sólo existe en los cuentos de hadas, y más te vale conocer bien a las personas antes de tomar decisiones. Me parece una buena enseñanza, creo que Disney está intentando reparar el mal que hizo a las anteriores generaciones, con su visión del amor y los finales felices :-)

Otra conclusión relacionada con la anterior es que la redención a través de un acto de amor verdadero no significa necesariamente que se trate de amor romántico. ¡Chapeau!

Y la más importante, o así lo veo yo: que la sobreprotección y la negación no producen más que frustración y dolor. Que somos como somos, y así debemos aceptarnos y aceptar a los demás, y que como padres tenemos la misión de ayudar a nuestros hijos a aceptarse con sus puntos débiles y sus puntos fuertes, a empoderarse, a creer en ellos mismos.
Ése es para mi el mensaje de la película. Os remito a la secuencia de la huída de la princesa Elsa y cómo de la aceptación de sus cualidades se transforma, crea belleza y empieza a ser feliz. Después la felicidad será completa cuando los demás la acepten así, y no como creían que debía ser. Revelador.

Creo que volveremos a verla en pantalla grande ;-)