Mateo y Carolina empiezan a tener sus primeras "conversaciones".
Normalmente ella las inicia, y consisten en este patrón:
C: - Mateo, adivina el animal: tiene cuernos y da leche.
M: - Vaca.
C: - ¡Muy bien, Mateo! Y ahora éste: es rosa, está manchado de barro y su nombre empieza por "c".
M: - Cerdo.
C: - ¡Muy bien, Mateo! Es un animal doméstico y ladra.
M: - Perro.
O en este, parecido:
C: Mateo, ¿cómo se dice perro en inglés?
M: Dog.
C: ¿Y cómo se dice gato en inglés?
M: Cat.
C: ¿Y cómo se dice papá en inglés?
M: Dad.
Y así, hasta que interrumpimos, o Mateo se cansa y se va a hacer otra cosa.
Son rudimentarias, sobre interesas restringidos, pero... ¡espontáneas!
Para nosotros, una grandísima alegría.
"Conversar", entre comillas, es el paso previo a conversar, sin ellas. Un pilar básico de la comunicación y el entendimiento. Un pasito más, el siguiente escalón después de la adquisición de lenguaje, y la puerta abierta al vasto universo de la socialización.
No lo olvidemos los que, aparentemente, no tenemos dificultades añadidas para hacerlo con naturalidad.
Primeras "conversaciones"
Rocio | martes, 20 de noviembre de 2012 | Etiquetas: aprendizaje, emociones, familia, hermanos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Qué genial!!!! y encima como Mateo es un experto en todo, Carolina obtiene la información que necesita!!!
Enhorabuena por seguir avanzando, siempre hacia adelante, y por valorar esos avances que son tan importantes.
hay cosas que emocionan en la vida, pero esta mucho más!!
Gracias chicas!
Inma, la verdad es que Carolina le pregunta cosas que ella sabe, porque sabe que él también se sabe la respuesta, así le puede decir el "muy bien". Vamos, que dentro de la simplicidad, es más elaborado de lo que parece y forma parte de un juego ;-)
precioso, Rocío...seguro que lo disfrutas un montón!!!
Publicar un comentario