Ya ha llegado Papá Noel, para tremenda alegría y emoción de Carolina, que lleva pendiente desde ¡agosto!
Con ella ha sido relativamente fácil, porque ya este año tenía claro qué quería ¡(también desde agosto!), así que el éxito estaba asegurado.
Con Mateo no es tan fácil. Su relación con los juguetes es distinta, así que siempre hay un poco de zozobra materna sobre si la elección será acertada o no. Desde el principio aprendimos que, de momento, su percepción de todo el asunto "regalos" es a su manera. Lo de abrir el paquete le da igual, y hay que ir abriendo poco a poco, y dejar que sea él quien se acerque a investigarlo; por la mañana abrimos un paquete, por la tarde o al día siguiente, otro... Lo habitual es que abra el paquete (bueno, siendo fieles a la realidad, su hermana se lanza a quitar envoltorios), le echa un vistazo, y lo deja para jugar con sus juguetes de siempre... entonces nosotros sacamos lo que sea de la caja, lo montamos o encendemos, y jugamos un poco, hasta que él se fija, y si le interesa, viene y se pone a jugar. Este proceso no siempre sucede en un mismo día, sino que a veces el juguete en cuestión está varios días disponible hasta que se decide a probar... incluso a veces, ante la falta de interés, decidimos guardarlo para probar de nuevo más adelante.
Y eso, teniendo en cuenta que, por supuesto, buscamos juguetes y juegos dentro de sus aficiones.
Este año, ha habido suerte, y hemos triunfado.
Mateo está en plena fase "geográfica". Se conoce todos los países del mundo, su capital, su bandera, y dónde están. Todos. Yo gracias a él ya sé que la capital de la República de las Islas Marshall es Majuro.
Papá Noel le ha traído un mapamundi con un lápiz lector (TAG) que lee el mapa, allá donde lo apoyes. Conste que el TAG también lee libros, y ya lo teníamos, aunque sin tanto éxito, pero lo del mapamundi ha sido irresistible. Por cierto, el TAG me parece un juguete muy recomendable, y tiene una versión para más pequeños que a Carolina le encanta (a mi me parece magia eso de que el chisme lea y hable, según en qué página te pongas).
Y atendiendo a la faceta tecnológica, también ha triunfado el Storio, que es una especie de tablet infantil, para lectura de cuentos y actividades varias, con una pantalla táctil y teclado. Las palabras y leer, es otra de las pasiones de Mateo, así que creo que le va sacar provecho, especialmente en los viajes. Para nosotros es interesante encontrar juguetes que nos faciliten salir a comer o de visita y él pueda entretenerse, y como las consolas portátiles aún no le llaman la atención, creo que el Storio va a ser una buena baza para nuestra vida social este año. El truco consiste en llevarlo cuando salimos, y no jugar con él en casa, para no agotar el filón (y porque en casa tiene un montón de cosas con las que entretenerse).
Tengo que aclarar que, en el caso de Mateo, cuando veo algo que pienso que le puede gustar, lo compro y lo guardo... aunque sea el mes de junio. Por que quién sabe si cuando lleguen estas fechas me acordaré de aquello que vi y me pareció buena idea... Aunque espero que llegue el día en que él me pida qué regalo espera para Navidad.
¿Cómo afrontáis vosotros esta época? ¿os resulta complicado? ¿habéis triunfado? En cualquier caso, lo que espero es que hayáis disfrutado.
¡Feliz Navidad!
Cuando Papá Noel acierta... (¡qué alivio!)
Rocio | jueves, 29 de diciembre de 2011 | Etiquetas: juguetes, navidad, ocio
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2 comentarios:
Creo que reflejas muy bien la realidad de muchas familias con un niño con TEA, en esto también somos diferentes, no se pirran por lo nuevo, están más a gusto con lo conocido y lleva un tiempo introducir los juguetes nuevos. Tu táctica es la misma que usábamos en casa, llamar su interés sobre algún juguete, encenderlo jugar nosotros, hasta que la curiosidad un día le picaba. Miguel hasta más o menos los 6 o 7 años, no entendía lo de los Reyes, aunque le anticipábamos, hasta que no veía el comedor lleno de juguetes no mostraba ninguna comprensión. Pero un año cambió, dió ese paso maravilloso que supuso empezar a pedir juguetes y a entender que un día el comedor se llenaría de juguetes de nuevo, empezó a coger los catálogos y a mostrar lo que quería, "ese Miguel" decía. Fue maravilloso porque siempre me ha parecido que en lo de los Reyes lo mejor no es el día 6 cuando ven los juguetes y se emocionan, ese es el colofón pero lo mejor es el previo, cuando los piden y ponen tanta ilusión, cuando se iluminan la cara al ir a una tienda a elegir juguetes. A mi me encanta trabajar ese previo, lo he hecho con los tres, incluso discusiones sobre qué juguete será mejor, porque como no pueden pedir todo... hay que elegir. Cuando Miguel lo comprendió, en cualquier época del año, si veía algo que le gustaba mucho decía, "se lo pediremos a los Reyes Magos" Era una ecolalia, que no variaba ni en el tono a como yo lo decía al principio y a él le daba la seguridad de que en algún momento lo tendría, menos mal que dentro de todo es paciente... Estupenda entrada, como siempre, un besito guapa!!
En mi caso supuso una gran diferencia cuando entendí e hice entender al resto de la familia que los regalos le tenían que gustar a Migue, no "a nosotros para Migue". También hago lo de ir buscando siempre lo que le puede gustar, y si encuentro un tesoro,lo compro y almaceno. Los grandes tesoros no siempre aparecen en los grandes almacenes o tiendas especializadas,sino a veces en lugares tan particulares como es una tienda china. Migue tiene sus fijaciones ( el agua en todas sus variantes, las pelotas...)y a veces cuesta ir introduciendo elementos nuevos. pero con paciencia ( mucha) y cariño todo se consigue. también necesita a veces ir viendo y conociendo los nuevos juguetes poco a poco, hay que dejarle a su ritmo...
como siempre, Rocio, un diez. Inma, me ha encantado tu puntualización. un besazo a las dos!
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