Es un axioma que los logros y avances de un niño con dificultades son los frutos más dulces que hay. Cada paso adelante vale un mundo y compensa los momentos de esfuerzo, las horas difíciles, la paciencia... Y como todo en esta vida es mejor cuando se comparte, para mi es el colmo de la satisfacción si Mateo expresa su alegría cuando ve a su familia.
Cuando recibes un diagnóstico de autismo, no eres sólo tú, como madre, quien en un principio cree que ha "perdido" algo. También la familia pasa su duelo, aunque intenten animarte y que su tristeza inicial no aumente la tuya. Los primeros momentos son difíciles, para los padres, y para todas las personas que aman a ese niño (hay incluso publicaciones para ayudar a los abuelos, o a los hermanos, a enfrentarse al diagnóstico, aunque no es ése el tema de este post). Y para los niños, es difícil entender qué le pasa al primo o al hermano, por qué actúa de determinada forma, o qué papel pueden jugar en esta situación.
Por eso, cuando ven los progresos, los disfrutan y aprecian en lo que de verdad valen.
Estas vacaciones de Pascua, Mateo nos ha regalado grandes momentos, saludando a sus tíos y primos por sus nombres, alegrándose mucho al verlos después de varia semanas y demostrando sus emociones, a su manera (normalmente, cogiéndote la mano).
Pero el "momentazo" sucedió este sábado, cuando se encontró con su primo Gustavo, que es año y medio mayor que él, que siempre intenta entender e involucrarse en lo que hace Mateo (aunque generalmente Mateo no se lo ponga muy fácil), y que es todo corazón. Cuando llegó Gustavo a casa, y Mateo lo vio delante, se puso tan contento que le señalaba tocándole el pecho y llamándole "¡Gustavo! ¡Gustavo!", y de momento no sabía muy bien cómo "atacar" hasta que cogió las manos de Gus, las colocó en su cintura (como despejando el camino), y entonces... ¡le abrazó!
Lo mejor de todo fue la cara de satisfacción, lo emocionado que estaba Gustavo de ver esa muestra de cariño y comprobar que aunque a veces parece que Mateo no se entera de que él está a su lado, en realidad sí que se entera, que le quiere y que sabe que es su primo mayor.
En ese momento, no me dio tiempo a inmortalizar el momento, pero a lo largo del fin de semana, estuvo pendiente de Gus todo el tiempo que estuvieron juntos, compartió su juguete con él, y le dio más abrazos por su propia iniciativa, así que...
¿A que esta entrada sabe a gloria? ;-)
Me gustaría que compartiérais vuestros "momentazos"... ¡espero vuestros comentarios!
Esos momentos que saben a gloria
Rocio | martes, 17 de abril de 2012 | Etiquetas: emociones, familia, hermanos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
No mucha gente puede disfrutar de estos momentos tan dulces, solo los que luchan y los que saben que no es fácil mantenerse en esa lucha diaria.
Mateo es fantastico, pero tiene una familia que lo es mas. Un beso y sobre todo mucha fuerza para seguir adelante. Muaksss XtiC
Mi ultimo momentazo fue cuando vi el video que habian grabado en la clase de Noel y vi que todos los niños habian aprendido los dias de la semana con signos, lo he publicado en mi facebook, tengo autorización de los padres si quieres lo puedes poner, está aqui: https://www.facebook.com/photo.php?v=3582312634394
Besos.
Montse.
Que bonito... Me alegro muchísimo, lo digo de corazón.
Una pena no haber estado allí para verlo en primera persona, aunque con tu descripción es fácil imaginárselo y emocionarse.
Un besazo enorme desde Madrid.
Almu de cibermami.
¡¡Orgullo azul de tía!!
Este momentazo ha sido el fruto de muchos esfuerzos y una contínua lucha que nunca cesa.
Me quedo con la imagen grabada de las caritas de los dos. De tremenda alegría por parte de Mateo, e ilusión a raudales por la de Gustavo (que adora a su primo y ése abrazo, para él, fue un regalo).
Con eso y con la certeza de saber que Gus comprende la situación porque, cuando alguien le pregunta qué le pasa a su primo, responde con toda naturalidad: "Mateo es un niño muy especial, porque tiene autismo y necesita que le ayudemos y le cuidemos mucho".
¡Todo llega!
Besos.
Sue.
Un lindo momento hoy, mis hijos jugando a las burbujas. Mi hija de 4 haciéndolas, y su hermano de 2 con TEA, imitándola, hasta hacía que soplaba!
Me encanta tu blog. Yo soy una mamá canguro!
Yo soy abuela de, al principio no entendía nada y además mi niño está a muchos Km de distancia. Cuando voy a verlo mi mira, sonrie y a veces me llama abuela Ana, con su acentazo alemán. Camino al aeropuerto para despedirme va cogido de mi mano y el día de mi cumple me ha mandado una carta con el sobre escrito por él y dibujos y la felicitación. Tiene 9 años y por necesidad para la escuela ha dejado aparcado el español y se comunica en alemán y en polaco que es su lengua materna. Pero cuando yo voy, empieza a repetir cosas que tiene archivadas en español y a mi se me ensancha el corazón. Estos son mis momentazos.
Muchas gracias por vuestros comentarios y por compartir esos momentazos. Me puedo imaginar el sentimiento en cada uno de ellos.
Montse, qué importante la implicación de los compañeros del cole, ¿verdad? dejo ahí el link para quien quiera ver el vídeo.
Iree, tengo pendiente una entrada sobre el cangureo, es lo que tiene ser una mamá "multidisciplinar" :-)
Abuela Ana, un pajarito me habló de esa carta, y me pareció emocionante el esfuerzo. Imagino que ocupa un lugar importante en tu corazón, ¡y en la decoración de tu salón! ;-) Yo es que de estas cosas "presumo" y lo dejo todo a la vista.
¡Y un gran abrazo a las amigas (y hermana) que se alegran por nuestros momentazos!
Publicar un comentario